¿Será 2024 diferente de 2023 y cuáles serán los retos financieros?
El año 2024 ha iniciado con cierta incertidumbre, evidenciado por los resultados desfavorables en los mercados globales en comparación con finales de 2023. A esta inquietud se suman el aumento del desempleo y una posible recesión en países como el Reino Unido, Europa Occidental y Estados Unidos. En Oriente Próximo, la guerra en curso podría intensificarse con la posible participación de otros países de esta región. Además, se avecinan 40 elecciones en 2024, destacando las de EE.UU. y el Reino Unido, cuyos resultados podrían tener un impacto significativo en la economía mundial, ya que los gobiernos presionarán para garantizar la buena marcha de sus economías.
En contraste con el auge de la inteligencia artificial (IA) experimentado en 2023, ejemplificado por el notable crecimiento de empresas como Nvidia, surge la pregunta sobre si ¿este fenómeno se mantendrá en 2024?. De forma similar, a pesar de la crisis en FTX y la debacle de Binance, Bitcoin registró un aumento del 135%, demostrando que incluso en un contexto caótico, existen oportunidades en el ámbito de las criptomonedas.
En materia económica, se anticipa una desaceleración del crecimiento del PIB a nivel mundial, según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Después de alcanzar un crecimiento del 3.5% en 2022, se espera una disminución en el 2023 seguida de un modesto aumento del 2.9% en el 2024. En detalle, se prevé una desaceleración en 2023, partiendo de un 2.6% en 2022, descendiendo a un 1.5% en el 2023 y un 1.4% en el 2024. En contraste, para las economías emergentes, se estima una disminución más moderada en el pronóstico, con un crecimiento del PIB proyectado que pasaría de un 4.1% en el 2022 a un 4.0% en el 2023 y 2024.
De acuerdo con los informes del BCCR, la economía costarricense muestra perspectivas de un crecimiento de un 5,0% en el 2023 y del 4.3% en el 2024. La inflación, tras experimentar una fase negativa (deflación), está prevista para retornar a su objetivo normal del +3%, con un rango de tolerancia de ± 1 punto porcentual. El crecimiento proyectado del 4.3% del PIB para Costa Rica en 2024 supera la estimación de la CEPAL del 3.8%, colocando al país como el tercero en el ranking de mayor crecimiento en la Región de Centroamérica y México, después de Panamá (+4.2%) y República Dominicana (+4.1%). Se destaca que Costa Rica tiene la oportunidad y la responsabilidad de capitalizar las amplias oportunidades comerciales como el reciente acuerdo de Asociación Económica Integral sobre Comercio e Inversión con los Emiratos Árabes Unidos.
En el ámbito financiero internacional, las tasas de interés podrían experimentar variaciones de forma repentina conforme avancen los factores macroeconómicos, especialmente la inflación. Debido a que la inflación ha experimentado una reducción significativa, por ejemplo, en EE.UU., donde cerraría con un 3.2% en 2023 (comparado con un 6.5% al cierre del 2022), el consenso entre varios economistas sugiere la posibilidad de que esta tendencia a estabilizarse, propicie que se den recortes en las tasas de interés a partir del segundo o tercer trimestre del año en curso. No obstante, se espera que estos recortes sean graduales, y potencialmente menos relevantes de lo anticipado por inversionistas en semanas o meses anteriores. La claridad sobre estas tendencias se obtendrá con mayor certeza después de la próxima reunión de la FED, programada para el 31 de enero, aunque es más probable que cualquier cambio se anuncie después de la subsiguiente sesión prevista para el 20 de marzo de 2024.
¿Cuáles podrían ser los mayores retos financieros en 2024?
El año 2024 se presenta desafiante, marcado por conflictos en Oriente Medio, la guerra de Ucrania con Rusia y la posibilidad de una recesión, aunque las probabilidades de esta última han disminuido del 61% en el 2023 a un 39%
en enero del 2024, según encuestas recientes en Estados Unidos.
Nuestras predicciones sobre los 4 principales riesgos del mercado mundial para 2024 que podrían afectar sus finanzas incluyen:
1. Escalada de la crisis de Oriente Medio:
La posibilidad de que el conflicto se expanda a otras naciones y grupos de la región podría interrumpir el suministro mundial de petróleo y aumentar la volatilidad del mercado, afectando industrias vinculadas a la energía, el transporte y las materias primas.
2. Resurgimiento de la inflación:
Aunque la inflación experimentó un descenso desde sus máximos de 2022 en la mayoría de las principales economías, incluidos EE.UU., el Reino Unido y la Eurozona, el espectro de un “resurgimiento” de la inflación sigue siendo un riesgo crítico en 2024. Los precios de la energía, un importante motor de la inflación, son conocidos por su volatilidad, y cualquier repunte repentino podría provocar un aumento de la tasa de inflación general. Este escenario cobra especial relevancia considerando los esfuerzos de muchos países por relocalizar cadenas de suministro de materias primas, motivados por razones geopolíticas y de seguridad nacional, entre otras consideraciones. Esta fragmentación ha propiciado la tendencia del "Nearshoring", donde las empresas buscan ubicarse más cerca de las materias primas y de sus consumidores, lo cual, en el caso de América Latina, concebimos como una notable oportunidad no solo en sectores como minería y agricultura, sino también en el ámbito de los servicios. No obstante, esta dinámica también puede generar fuertes variaciones en los precios.
3. Elecciones a nivel mundial:
El 2024 está marcado por elecciones decisivas en más de 40 países, que representan más del 50% del PIB mundial. Las elecciones introducen un elemento de incertidumbre política, y sus resultados pueden influir en las políticas económicas, las relaciones comerciales y los “sentimientos” del mercado.
4. Crisis de crecimiento en China:
Contrario a las expectativas, la recuperación económica de China tras la crisis del COVID-19, se ve obstaculizada por la crisis inmobiliaria, que representa una parte significativa del PIB chino, lo cual podría tener implicaciones en los mercados mundiales y los socios comerciales.
Oportunidades y claves para el éxito financiero en 2024
Ante este panorama, ProInve destaca la importancia de que líderes empresariales e inversionistas centren su atención en los siguientes puntos clave:
1. Planificación estratégica a 5 años:
Preparar o actualizar un “Plan estratégico a 5 años” que considere las variables macroeconómicas y eventos geopolíticos a nivel mundial, en anticipación a un período de marcada volatilidad, tanto en los precios de las materias primas como en los rendimientos de los activos financieros. Las proyecciones de crecimiento de mediano plazo (de 2026 a 2028) a nivel internacional se sitúan en niveles históricamente bajos, y se debe considerar la exploración de oportunidades de M&A (Fusiones y Adquisiciones) como una vía para acelerar el crecimiento de manera inorgánica.
2. Análisis de deuda-capital:
Revisar cuidadosamente la estructura deuda-capital de sus balances, aprovechando la reducción gradual de las tasas para reequilibrar el costo de capital y potenciar el valor de mercado para los accionistas. Mantener un control estricto y periódico de los “KPIs” financieros, operativos y comerciales, garantizando así la capacidad de reacción inmediata ante condiciones cambiantes del entorno que puedan incidir en el rendimiento financiero.
3. Adopción de tecnologías:
Estudiar e incorporar el uso de “nuevas” tecnologías, como la “IA”, procurando generar una mejor experiencia para los clientes mientras se optimizan los procesos productivos internos, generando mayor eficiencia operativa y un crecimiento sostenido y sostenible.
Autor: Jacopo Giuso - Socio Director



Links utilizados y referencias externas:
https://www.bccr.fi.cr/publicaciones/DocPolticaMonetariaInflacin/Presentacion-IPM-Octubre-2023.pdf
https://www.msn.com/en-us/money/markets/ceo-jamie-dimon-warns-not-to-get-too-smug-about-a-soft-